A diferencia de los jardines convencionales, los jardines ecológicos se conciben para utilizar eficientemente los recursos naturales existentes, aprovechando los ciclos naturales y la biodiversidad del entorno.
¿Qué es un jardín ecológico?
Para que un jardín pueda ser considerado ecológico, deben evitarse los productos químicos y los abonos y nutrientes que utilicemos no deben producir un impacto ambiental lo que hará que consuma menos recursos y requiere menos mantenimiento.
¿Qué especies puedo plantar en un jardín ecológico?
Antes de elegir qué plantas queremos escoger, debemos tener en cuenta algunas consideraciones en cuanto su disposición.
Las especies que requieran menos riego deben estar agrupadas en las zonas más soleadas y las que precisan más agua, en lugares sombreados y húmedos que nos permitan reducir el riego.
En el momento de decidir qué plantas utilizaremos, es recomendable descartar las plantas de temporada. De esta forma, no tendremos que substituirlas con cada cambio de estación.
Las especies elegidas deben ser autóctonas y no deben entrar dentro de la categoría de especies en peligro de extinción. Las plantas autóctonas poseen el beneficio de estar adaptadas a las características de la zona, al suelo y al clima. Además, suelen requerir menos cuidados, resultan menos afectadas por plagas y atraen a más polinizadores.
Plantar un huerto en un jardín ecológico
Si lo que buscamos es cultivar nuestra propia huerta, podemos escoger semillas ecológicas.
Las semillas ecológicas son las que no están tratadas con plaguicidas, fertilizantes, pesticidas u otros venenos útiles que a menudo se utilizan para la extracción o conservación de semillas no ecológicas, por lo que no han sufrido modificaciones genéticas ni alteraciones. Del mismo modo, tampoco se han usado productos químicos en las plantas de las que provienen.
Cada planta tiene su momento de siembra, sin embargo, por lo general, otoño es una buena época ya que ahorraremos agua y nuestras plantas tendrán más tiempo para crecer hasta la primavera y el verano.
Como hacer un jardín natural
Algunos puntos clave para crear un jardín natural son el aprovechamiento del agua y las fuentes luminosas, el no exterminio de insectos y la alimentación natural del sustrato.
Reciclaje y optimización de los recursos naturales
Es importante tener en cuenta las siguientes premisas para que optimizar los recursos que nos ofrece la naturaleza.
1. Aprovechamiento del agua
El agua es esencial para cualquier actividad agrícola.
Un sistema de riego muy útil y sencillo de elaborar consiste en reciclar baldes y botes como los que se usa para la pintura y colocarlos en el suelo, debajo de canaletas y/o en lugares donde sepas que, durante las lluvias, se acumulan grandes cantidades de agua.
Es conveniente cerrar estos recipientes con su respectiva tapa una vez que la lluvia haya finalizado, esto evitará que se concentren bacterias, insectos y larvas provenientes del exterior.
Después podrás utilizar el agua almacenada para regar.
Existen diversos sistemas, tanto comerciales como caseros, que se pueden utilizar para llegar a los mismos resultados.
Una vez elegido el mejor según nuestro espacio y acorde a nuestro presupuesto, tendremos una gran ayuda para nuestro riego.
2. Utilización de la luz
También requiere un uso eficiente: hoy en día existen pequeñas luces solares que se colocan directamente sobre el suelo y que transforman la energía solar en una fuente luminosa.
Este es el tipo de energía ideal para alumbrar el jardín por las noches creando un efecto muy cálido y bonito.
3. La importancia de los insectos
Debemos controlar de forma autónoma las plagas de insectos, por lo que nos podemos olvidar de la tarea de exterminar con productos químicos.
Las plantas aromáticas como el romero, la caléndula, la salvia, el tomillo, la albahaca o la manzanilla se encargarán de ahuyentar a los microorganismos que pueden resultar nocivos y le darán un toque variado y colorido a nuestro jardín.
4. Los nutrientes del suelo
El tipo de suelo influye en las necesidades de abono y de mantenimiento de la tierra. Es esencial conocer las características del terreno para averiguar si tiene un buen drenaje y qué tipo de compost debemos crear en casa para compensar carencias de materia orgánica que pueda tener.
El proceso de enriquecimiento de la tierra se puede dividir en cuatro capas:
- Primera capa: servirá de base, estará formada por elementos secos, como las hojas y las cortezas.
- Segunda capa: colocaremos los restos verdes de cosecha.
- Tercera capa: es donde se coloca el compost, una amalgama fuente de nutrientes que es muy beneficiosa para el terreno.
- Cuarta capa: debe contener elementos orgánicos que enriquezcan la mezcla, como cáscara de huevo. Este abono natural debe ser constantemente humedecido y el proceso tiene una duración aproximada de tres meses.
Al combinar todos los elementos habremos ayudando a enriquecer el terreno sobre el que nuestras plantas crecerán fuertes y sanas, sin la utilización de químicos.
Si no hemos podido hacer esta mezcla y nos hemos decidido a comprar la tierra, es recomendable elegir siempre tierra ecológica, que probablemente habrá seguido este proceso hasta su resultado final.
Tener un jardín ecológico es motivo de orgullo para las personas que lo construyen y es una actividad ideale para realizar en familia.
Es una tarea creativa que nos permite reciclar muebles, objetos viejos y pallets para decorar el espacio con macetas y jardineras originales.
Es una actividad muy satisfactoria que inculca la vocación del cuidado al medioambiente y nos comunica con la naturaleza.
Son la opción ideal para aquellos que buscan un espacio saludable donde poder disfrutar con la familia. Si no sabes cómo hacerlo o por donde empezar en nuestra empresa somos especialistas en jardines ecológicos y paisajismo y, lo podemos crear para ti.
♻️ Ahora ya sabes cómo crear y mantenre un jardín ecológico y, puede que quieras saber cómo instalar una piscina ecológica en el jardín.