Durante muchos años se ha estado considerando que hacer una reforma para conseguir el aislamiento acústico de una vivienda es una cuestión de lujo.
Mejoras arquitectonicas para el aislamiento acústico
El confort sonoro y las mejoras arquitectónicas dedicadas al aislamiento contra el ruido solían venderse como productos destinados a presupuestos boyantes y a viviendas exclusivas.
Sin embargo, gracias al desarrollo de nuevos materiales y a los estudios que demuestran el impacto de los efectos del ruido sobre la salud humana, esta concepción ha cambiado.
El bienestar físico versus ruidos
No es casualidad que nos sintamos más cómodos y más saludables tras pasar una corta temporada en una vivienda rural. Tampoco es casualidad que, si vivimos cerca de una estación ferroviaria o de un área de mucha congestión y tránsito, nuestro nivel de estrés sea considerablemente más alto y nuestra salud un poco más precaria.
Por supuesto, intervienen otros factores, pero existe una correlación entre nuestro bienestar físico y emocional y el aislamiento acústico de nuestra vivienda.
No se trata simplemente de crear las condiciones ideales para concentrarnos o para mantenernos alejados de la música que pone nuestro vecino a todo volumen, sino de mantener a raya un factor de riesgo que tiene incluso implicaciones cardiovasculares.
Nuestro corazón y el ruido
El confort acústico ayuda a la concentración y permite una mejor comunicación, reduce el estrés y mejora la calidad del sueño. Además, vivir en un hogar protegido contra el ruido aumenta la sensación de privacidad y de seguridad.
Podemos observar el efecto pernicioso del ruido en nuestra salud, en trastornos del sueño, en una mayor agresividad y en un aumento del estrés.
La síntesis de esta mala relación entre ruido y salud es la siguiente: según datos de la OMS, a partir de los 50 decibeles (dB) de ruido, cada 10dB conllevan un aumento de un 8% de riesgo de enfermedades coronarias.
Sin embargo, esta situación es mucho más compleja cuando observamos cuáles son los factores causantes de "ruido" en cualquier ciudad europea: tráfico vehicular, tráfico aéreo y actividad comercial.
El estudio publicado por Deutsches Ärzteblatt International en el que se reflejan los datos citados concluyó que el ruido propiciado por trenes, automotores y el tráfico aéreo, es el responsable de que los habitantes de ciertas áreas sufran de fragmentación del sueño, aumento de la hormona del estrés, estrés oxidante y disfunción endotélica.
El ruido no solo afecta a nuestra capacidad de concentrarnos, sino que, de hecho, disminuye la capacidad de autorregulación y reparación de nuestro cuerpo.
Se han detectado incluso efectos psicológicos asociados a este tipo de cardiopatías, sin embargo, aún no termina de comprenderse por que mientras en algunos individuos aumenta la agresividad y el estrés en la medida en que su condición física se deteriora, en otros el deterioro afecta exclusivamente al rendimiento físico e intelectual, sin tener ninguna consecuencia en su estado de ánimo o en su predisposición a la violencia.
Reformas para la protección frente al ruido
Para protegernos frente al ruido ya no es necesario realizar una reforma integral, ni hacer complejas instalaciones: hay varias formas de aislar nuestro hogar ya construido que tienen la misma eficacia.
Materiales para la ecoreforma acústica
Antes del desarrollo de la nueva generación de materiales aislantes, éstos se reservaban para un sector privilegiado del mercado. No obstante, en este momento se trata de una tecnología a la que es más fácil acceder y cuyo impacto en nuestra cotidianidad es inmediato.
Lo importante, si no disponemos de un presupuesto muy amplio para insonorizar toda nuestra vivienda, es que identifiquemos las áreas a través de las cuales el ruido accede a nuestra casa y que incorporemos barreras que puedan bloquearlo en esas zonas.
Por ejemplo, si nuestra sala de estar da justo sobre una avenida, quizás baste la instalación de un sistema de ventanas insonorizadas, con lo que utilizaríamos un presupuesto para la insonorización que arrancaría en unos 600 euros.
No se trata en lo absoluto de convertir nuestra vivienda en un búnker a prueba de sonidos provenientes del exterior, lo que hemos de procurar es minimizar el alcance del ruido no deseado y suprimir su efecto sobre nuestra salud y estado de ánimo.
El confort acústico incrementa nuestra concentración y permite un mejor rendimiento físico y mental, no se trata de un lujo.
Medidas concretas para conseguir confort acústico
La solución frente al ruido, especialmente frente al que producen las ciudades, tiene que ser integral.
Actualmente se trabaja intensamente en el desarrollo de tecnologías de transporte que supriman el ruido, como motores eléctricos o sistemas férreos de levitación magnética y en la legislación que lleve el impacto sonoro del tráfico aéreo lejos de áreas densamente pobladas.
Pero, mientras el futuro termina de materializarse, hay varias medidas que podemos tomar en casa.
Dependiendo del presupuesto del que dispongamos y del área que pretendamos insonorizar, podemos encontrar soluciones en el mercado fabricadas con 4 componentes básicos que se adaptan a distintas necesidades.
- Soluciones de poliuretano
Al ser un compuesto de azúcares y petróleo, se trata de uno de los aislamientos más económicos y ligeros disponibles en el mercado.
Suele comercializarse en forma de espuma, lo que supone una gran ventaja para su instalación. Es el material preferido para techos y tabiques debido a su alta densidad, aunque también se utiliza en la construcción de planchas para lograr aislamiento acústico aéreo.
- Soluciones geotextiles
Se trata de un producto altamente reciclable de base textil que tiene no solamente gran durabilidad, sino además absorción acústica y aislamiento térmico.
Suele emplearse de forma decorativa debido a su flexibilidad y al hecho de que su instalación puede hacerse a partir de la adhesión, el clavado o el atornillado. Se trata de un material polivalente muy utilizado en muros y techos que puede ser adaptado a una construcción ya finalizada.
- Soluciones con lana de roca
Este material tiene la capacidad de absorber sonidos y ruido aéreo y de resistir el fuego como ningún otro. Se trata de fibras minerales especialmente concebidas para no producir humos, ni gases tóxicos. Su punto débil es que debe instalarse como material constructivo y difícilmente puede incorporarse a una vivienda ya finalizada.
- Planchas asfálticas
Esta solución se recomienda especialmente cuando el objetivo es insonorizar a baja frecuencia. Se trata de un material muy flexible capaz de amortiguar y absorber estruendos con mucha eficiencia y cuya mayor virtud es que pueden ser instalados de forma muy sencilla y completamente independiente a la construcción original de la vivienda.