Cada vez son más los motivos que tenemos para plantearnos la posibilidad de instalar placas fotovoltaicas en casa: el calentamiento global, el aumento del consumo energético mundial, la necesidad de asegurar el abastecimiento o la posibilidad de reducir nuestras facturas mensuales.
Paneles solares térmicos y paneles solares fotovoltaicos
A menudo ocurre que confundimos ambos sistemas, por lo que lo primero que nos gustaría aclarar es que paneles solares térmicos y placas fotovoltaicas no son lo mismo.
Tipos de paneles solares
Térmicos
Los paneles térmicos se utilizan para proveernos de agua caliente y calefacción. Para funcionar, calientan el agua que circula en su interior.
Fotovoltaicos
Transforman la energía solar en electricidad.
Son los más utilizados y, según su tecnología, pueden ser de diferentes clases. Te explicamos las ventajas e inconvenientes de las tres tecnologías más comunes del mercado.
Clases de paneles fotovoltaicos según su tecnología
El 90% de las placas fotovoltaicas que existen en el mercado están fabricadas con células de silicio. Los paneles pueden ser monocristalinos, policristalinos o amorfos.
Placas solares monocristalinas
Se llaman así porque están fabricadas con células de un solo cristal de silicio, de muy alta pureza. Son fácilmente reconocibles por su color negro brillante y sus esquinas recortadas.
Ventajas: Es el tipo de tecnología fotovoltaica más eficiente y de mayor rendimiento del mercado. Si dispones de pocos metros cuadrados en tu tejado, querrás sacarles el máximo partido, por lo que necesitarás una tecnología que genere tantos vatios por metro cuadrado como sea posible. Funcionan mejor que otros módulos en condiciones de poca luz, por lo que son ideales para zonas con tendencia a cielos nubosos o con poca exposición solar.
Inconvenientes: Es el tipo de panel fotovoltaico con el precio más elevado del mercado. Sin embargo, al tener más rendimiento a medio-largo plazo, también es el producto que mejor amortiza los gastos de inversión y mantenimiento, por lo que es fácil dar la vuelta a este inconveniente y transformarlo en otra ventaja de los paneles monocristalinos.
Placas solares policristalinas
Una placa fotovoltaica policristalina está formada por células cuyo silicio no procede de un único cristal, sino de varios que fueron fundidos para conformar un panel individual. La cantidad de silicio utilizada es inferior y su fabricación, más económica. Se diferencian por su color azul y su forma cuadrada, sin ese corte en forma de chaflán en las esquinas.
Ventajas: La ventaja fundamental de las placas solares policristalinas es su precio. Al ser más económicas, pueden utilizarse cuando este factor es determinante para pasarse al autoconsumo.
Inconvenientes: Se reduce la eficiencia y el rendimiento en relación con las monocristalinas, por lo que necesitan más espacio para conseguir la misma potencia.
Paneles amorfos
Los paneles amorfos se fabrican colocando una fina capa de silicio encima de una superficie de acero u otro material.
Se diferencian fácilmente por su delgadez y por un color gris oscuro homogéneo. Esta clase de paneles se usa cada vez menos en favor de los cristalinos, aunque también tienen sus ventajas y sus defensores.
Ventajas: Son los paneles más económicos disponibles en el mercado. Al ser delgados, se amoldan bien al material que se utilice para su fabricación, por lo que se puede conseguir una placa flexible si se fabrica sobre una superficie flexible. Tienen mucha resistencia a los calentamientos y, al estar formados por una sola lámina que se corta a medida, su instalación es muy sencilla.
Inconvenientes: Su eficiencia es reducida, por lo que requiere, como mínimo, el doble de espacio que los policristalinos para conseguir la misma potencia en vatios. Al fabricarse con una capa muy fina, resisten peor al paso del tiempo y su potencia disminuye más rápido.
6 modelos de placas fotovoltaicas populares en España
Descifremos los tecnicismos:
Mantenimiento
El mantenimiento de las placas solares es de lo más sencillo: bastará con que las limpiemos un poco una vez al año.
Empezamos quitando el polvo o la tierra acumulados sobre los paneles con un trapo y después les pasamos una esponja con un poco de agua.
Tanto el trapo como la esponja deben ser suaves, para no rayar la placa, y el agua debe estar tibia. Esto se debe a que la diferencia de temperatura del agua fría con la placa también podría dañarla.
Y listo, ya hemos acabado con el mantenimiento. ¿Verdad que es de lo más fácil?
En los últimos tres años, los precios de las placas fotovoltaicas se han reducido casi en un 40 %.
Además, la eficiencia de los nuevos paneles ha dado un salto desde el 10 % a principios del siglo XXI hasta el 22 % que tenemos en 2021.
El mejor momento para el autoconsumo
El mercado de las placas fotovoltaicas en España ha batido récords, y no es para menos.
El mercado fotovoltaico
El auge comenzó, en parte, con las ventajas derivadas del Real Decreto-ley 15 de octubre de 2018.
Gracias a la nueva legislación se eliminó el pago de cargos y peajes y se redujeron los trámites administrativos para todos los usuarios.
Esto benefició especialmente al pequeño consumidor, es decir, a aquel que necesita una instalación de entre 15 kW y 100 kW sin generar ningún tipo de excedentes.
El Real Decreto creó, además, un mecanismo de compensación para retribuir a los usuarios que viertan sus excedentes en la red pública.
Parece, pues, el momento idóneo para pasarnos al autoconsumo.
Solamente el desconocimiento del mercado y de las distintas opciones existentes hace que muchas personas todavía no se planteen esta posibilidad.
¿No crees que parece el momento de plantearnos conseguir más autonomía energética a la vez que reducimos la huella de carbono? Planteate una ecoreforma, ¡el planeta nos necesita!
♻️ Ahora ya sabes qué son qué beneficios te aportan las placas fotovoltaicas y, puede que quieras conocer las claves para conseguir tener una casa eco sostenible.