Es posible frenar el cambio climático si empezamos, cada uno, por nuestra propia casa aplicando estas ideas. ¡Ánimo!
Ideas para cambiar nuestra vivienda
1. Utiliza los recursos naturales
Lo mejor de los recursos naturales es que no contaminan y… ¡son gratis! como por ejemplo tender la ropa en lugar de utilizar la secadora.
Y es que tendemos a desaprovechar muchos recursos naturales que tenemos a nuestro alcance. ¿Nunca habéis encendido la luz de una habitación por simple costumbre? Yo sí, aunque ya he conseguido deshacerme de ese automatismo. La luz exterior es muchísimo más agradable… ¡y gratis!.
También el agua de lluvia puede servir para el uso doméstico si tu hogar permite instalar un sistema de recogida.
Filtros de agua, depósitos, tanques, cisternas… pueden proporcionarnos el agua que necesitamos para limpiar el coche, regar las plantas o llenar el inodoro.
¿No has pensado alguna vez que quizás en un futuro el agua no será tan accesible como hoy en día?
¡Pensar que tu casa es capaz de autoabastecerse siempre es tranquilizador!
2. Los aparatos eléctricos: esos aliados consumistas
¿Sabías que si pones la lavadora con agua fría en lugar de caliente consumes menos de la mitad de la energía?
El lavavajillas, la nevera, la vitro, el ordenador o el televisor son grandes fuentes de consumo energético en el hogar.
En el momento de comprar, consigue modelos con etiquetado energético de clase A y, una vez ya estén en casa, asegúrate de que los usas de forma eficiente: selecciona los programas adecuados y llena bien la lavadora y el lavavajillas antes de cerrarlos. También es importante apagar el televisor y el ordenador cuando no los estés utilizando.
En casa hay un cuadro de luces que tiene separada la zona de la cocina, el salón, los dormitorios, etc. Así que lo que hago últimamente es bajar la pestaña del salón, donde tengo el wifi, la tele, la mini-cadena, el ordenador y la impresora, cuando me acuesto y volverla a levantar por la mañana. Es más cómodo que ir uno por uno.
Pero si te decantas por esta opción, asegúrate que no tocas el interruptor de la nevera! ;)
3. No abuses de la calefacción y el aire acondicionado
No es necesario moverse por casa en manga corta en pleno enero ni pillar un resfriado por la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior en agosto.
En invierno, un buen jersey y unos buenos calcetines servirán para que no necesites subir la calefacción a más de 20 grados y en verano, hazte con un ventilador de techo: son fantásticos para mantener el aire fresco y limpio.
4. Mantén tu casa bien aislada
¿Sabes que el doble cristal en las ventanas reduce en un 50% las pérdidas de calor? En invierno, cierra las persianas por la noche y abre bien por la mañana para aprovechar todos los rayos de sol.
Hay pinturas especiales que evitan la pérdida de calor de las viviendas y unas alfombras en el suelo también pueden funcionar como aislante. ¡Son ideas sencillas para mantener tu casa calentita y confortable!
5. La Reforma integral
Pero, si tú lo que quieres es coger el toro por los cuernos y hacer que tu hogar no sólo esté preparado para resistir el cambio climático, sino que, además contribuya a mitigarlo rebajando sus emisiones, quizás te ronde por la cabeza una reforma más completa.
Placas solares, aislamiento, soluciones de mejora en calefacción y refrigeración, medidas de reciclaje y de bajo consumo, sistemas de domótica… Todas esas medidas requieren una inversión, un asesoramiento técnico y un montón de tiempo.
Por suerte, hoy en día hay empresas dedicadas a financiar exclusivamente las reformas ecosostenibles.
Empresas como DianaHome expecialista en reformas y ecoreformas, te ayudan a definir las necesidades de tu casa para que puedas ahorrar energía, mejorar la accesibilidad y el confort y asegurarte de que la reforma es ecosostenible para que tu puedas concentrarte en tu día a día.
Parece una opción que vale la pena investigar a fondo, ¿verdad?
Seguro que tanto a ti como a las personas de tu entorno se os ocurrirán muchas más ideas para reducir las emisiones de CO2 , porque cada vez estamos más concienciados de la importancia global de nuestras decisiones cotidianas.
La revolución de los hogares contra el cambio climático no ha hecho nada más que empezar.
La contaminación de los edificios
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, casi el 40% de las emisiones de dióxido de carbono proviene de los edificios.
Cómo luchar contra el CO2
Este dato, lejos de apabullarnos, nos da una idea muy clara de por dónde podemos empezar a luchar contra el temido CO2. Y es que, realmente, sería posible frenar el cambio climático si empezamos, cada uno, por nuestra propia casa.
Nos levantamos y nos lavamos los dientes, nos duchamos y desayunamos escuchando las noticias sobre el calentamiento global.
Hagamos recuento de las cosas que podemos cambiar:
- Abrir las persianas en lugar de encender la luz
- Cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes
- Ducha en lugar de baño
- Pilas de radio recargables
♻️ Ahora ya sabes cómo cómo puedes preparar tu hogar contra el cambio climático y, puede que quieras saber cómo hacer una reforma integral en tu vivienda.